Vale que me mola
más el Black que el Death, pero estos son unos de los reyes, así que
animado por las buenas reseñas, lo compré.
Son de Tampa, Florida, y no europeos, y se nota.
Se nota en su música, sobre todo, en sus guitarras, que
no son tan Death.
Eso sí, la voz y batería son puras.
El resto, al menos en este disco, es más thrasher.
Son satánicos y anti-cristianos.
De hecho su líder, vocalista y bajista, Glen Benton, tuvo
bastantes problemas.
Había pillado el Legion, de1992.
Pero no me llegó.
Así que pillé éste, el último… y me gusta mucho.
No es muy extremo, así que a los metaleros clásicos les
puede molar.
Como no podía ser de otra manera, tocan de fenómenos…
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