LA LLAGOSTA
Estaba de ciego en Barcelona, y no sé por
qué, había discutido con mi novia de aquella, y estábamos en casa de su
hermano, que vivía en Mollet.
Así que al volver en tren, yo fui en un vagón y ellos en otro.
Al llegar allí, la casa no estaba don de
la estación, así que yo giré al lado equivocado al que tenía que girar para ir
a casa.
Cuando llevaba un rato caminando por el
arcén de la autopista, me di cuenta de que me había equivocado.
Acojonado, salté a un polígono de al
lado.
El segurata vio el show, y pasó de mí.
Como pude llamé a casa.
Describí el sitio.
-“Está en La Llagosta!”
El pueblo siguiente…
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